miércoles, 17 de octubre de 2012

The Moon - Parte 5.1 [FINAL]


¡Que tal gente!

Un gran saludo a todos mis lectores y a aquellos que me visitan de casualidad. Estoy muy feliz de estar nuevamente con ustedes, aquí en este blog que nos une. Hoy les traigo el final de The Moon, si señores, el final de la historia que más ha encantado en mi blog. Lamento si demoré más de lo que acordé, se han presentado cosas que me han interrumpido, como sabrán, una vez que me interrumpen pierdo la chispa e inspiración; pero bueno, no divagaré mucho y comenzaré con lo que nos reúne hoy.

El final de The Moon es muy largo, demasiado largo... por lo que lo dividiré en dos partes, si señores. Para ir a la segunda parte, puedes darle Click [AQUI]

Está fuertecita ambas partes del capítulo en todos los sentidos, por lo que recomiendo que si son sensibles tengan su pañito de lágrimas por ahí. Sin más que decir, disfruten del final.

- Historia [5/5]
- Temática: Sobrenatural, Terror y suspenso.
- Titulo: The Moon

- Autor(a): Katsu Komori

- Link de Capítulos anteriores: [Capítulo 1] [Capítulo 2] [Capítulo 3
] [Capítulo 4]





07 de Noviembre del 2299

Las luces en el estudio se encendieron cegándome por largos y tediosos segundos, mientras la voz del presentador se escuchaba con claridad y entusiasmo entre los aplausos actuados del público.

- ¡Buenas noches, soy Ferdinand  y bienvenidos nuevamente a “Voces Selectas”, su canal favorito de curiosidades y muchas temáticas más! – Las cámaras apuntaron hacia mí aún segada por las luces. Reposaba en un sofá en mitad del estudio, al lado del presentador. No podía mantener los ojos abiertos del todo, pero poco a poco me acostumbraba - ¡Hoy tenemos como invitada especial a la “Bruja Arabelle”! ¡Un fuerte aplauso por favor! – El público comenzó a aplaudir mientras sus miradas se clavaban en mí; claro que sabían quien era yo y a lo que me dedicaba (o creían); el presentador esperó algún saludo de mi parte hacia la audiencia o televidentes, lo noté en su rostro ansioso y sonriente; pero no procedí, por lo que comenzó a hablarme nuevamente – Cuéntanos Arabelle ¿Pensaste en algún momento que ibas a estar en la televisión? O incluso ¿Llegar hasta la fama? – Preguntó orgulloso, cómo si el programa fuese lo máximo.

- No, no hago esto por fama, sólo me gusta realizar verdaderos actos de “magia”– Abrí y cerré dos dedos, acentuando las comillas – Por eso nunca pretendí aparecer en ningún lugar público, solo quería ganar algo para poder vivir… y todo se resume a eso… nada interesante.

- No lo creo del todo, eres maravillosa con lo que haces ¡Desaparecer objetos y reaparecerlos en lugares insospechados! ¡Eso si es increíble! – Por un momento no sabía si actuaba o en realidad amaba lo que hacía, solo me limité a observarle a los ojos, sin usar aquella habilidad que podría matarle, aunque ganas no me faltaban – Te tengo tres preguntas, querida Arabelle ¿Hay algún motivo en particular que te haga tener ese color de ojos?, ¿Por qué el alias de “Arabelle”? Y cuéntanos…  ¿Cómo lo haces? No me lo explico.

- No hay algún motivo en particular, me gusta el violeta… solo eso. Arabelle es un alias que me identifica tanto aquí como en otros países, por eso tiendo a mantenerlo, es como si fuese mi propio nombre… - Respondí de forma muy seca, debía mantener bien ocultos esos secretos – No puedo revelarte como lo hago, solo puedo decirte que es un don, algo que solo yo puedo hacer… ¿Ah?... ¿Una demostración? … Claro, deja tu tasa de café en el suelo y cúbrelo con una servilleta.

El presentador había pedido una demostración, por lo que procedí a enseñársela. Al dejar la tasa de café bajo la servilleta, esta tomó su figura casi en su totalidad. Abrí un pequeño portal para que esta comenzase a hundirse en el suelo hasta desaparecer, dejando solo la servilleta tendida en el suelo. El público hizo el típico sonido unísono, el “Ooooh” que tanto odiaba; el presentador obviamente quedó impactado retirando la servilleta como si ésta aún le escondiese. No pude evitar disimular mi sonrisa de burla, sinceramente era lo que más disfrutaba; además la dicha era el doble cuando buscaban respuestas lógicas al respecto, nunca lo creerían si no lo ven con sus propios ojos. Él continuó con las preguntas, respondí las que pude, incluso preguntó si creía en el tarot o si sabía como hacerlo; también sobre el fin del mundo en el dos mil trescientos, y misticismos parecidos. Las cosas no son así de sencillas como todo el mundo se lo plantea, las fechas no indican un fin. Durante toda mi existencia las personas han ubicado el supuesto fin de los tiempos cada tantos años, y nunca aciertan, además de ser ilógico. En cuanto a las cartas, no revelan el destino de nadie; la mente del hombre es la que forma el destino que las cartas revelan aleatoriamente. Ya cuando casi finalizaba la tediosa entrevista, procedí al verdadero motivo por el cual acepté ir al programa aquella noche.

- … El motivo por el que estoy aquí es para despedirme públicamente de las personas que me han mostrado su curiosidad y aprecio desde mis inicios, lamentablemente no se encuentran aquí en el estudio, ellos saben quienes son. Me desapareceré como un último acto, y no volverán a verme… - La audiencia al igual que el presentador quedaron helados y de cierta forma dudosos, quizás pensando que sería un método para obtener más fama… pero se equivocaban, en realidad iba a dejar esta realidad, muy pronto – Por favor, cúbranme con una manta.

Unos ayudantes del foro llegaron con una manta que encontraron por ahí cubriéndome de pies a cabeza. Una vez que todo estuvo listo, abrí un portal bajo mis pies y desaparecí de la vista de todos, cerrando la puerta dimensional de inmediato, antes que retirasen la sabana. Era lo mejor para todos y para mí, desaparecer éste mundo, mas no de sus memorias. Terminé apareciendo en el campo cercano a un pueblo. Estaba a kilómetros de esa metrópolis en la que me entrevistaban, al fin escuchaba la paz nuevamente. Éste campo fue mi principio y sería mi final; era el lugar de mi nacimiento. Caminé lentamente entre las sombras de los arboles secos que adornaban los senderos antiguos abandonados por el tiempo, mientras me cubría el rostro con una capucha negra; usaba también una gabardina de la misma tonalidad, se había convertido en una de mis prendas modernas favoritas… quizás por los recuerdos que ya casi se habían borrado con el pasar de los años. Además de las lejanas risas de los niños, el viento era el sonido que se llegaba a distinguir y predominar con delicadeza, como lejanos soplidos pasando entre las ramas secas de los arboles; la soledad era profunda a mi alrededor; pero no en mi interior. Éste nuevo cuerpo de treinta y dos años era mi única compañía, mi confidente y amiga; me encantaba la compañía de su personalidad, que respondía al nombre de Geheimnis. Le había aprendido a amar tras estos dieciocho años de convivencia, al igual que ella a mí. Ella me había alertado desde hace años sobre los posibles planes de aquel “Titán Abisal”, debido a que nunca mencionó sobre la presencia real de éste cuerpo ¿Será que pensó que se había eliminado por completo? Era como si quisiese callar la verdad.

- No lo sé, pero no te confíes de él… creo que pretende usarte o ya lo ha estado haciendo – Dijo Geheimnis de la única forma en que se comunicaba conmigo, por medio del pensamiento.

- Lo sé, nadie da algo a un desconocido sin esperar algo a cambio, y menos alguien tan ambicioso… creo que pretende que le libere – Respondí en susurros, si lo pensaba era más probable que él me escuchase por poseer parte de mi alma y pensamientos. Por suerte esa comunicación no era del todo efectiva, además que Geheimnis solo es una mente más dentro del cuerpo, no es parte de mí, era imposible que él escuchase la conversación del todo – Pero desconozco lo que se trae entre manos… no actuaré sin comprobarlo primero… - Mis ojos se dirigieron en dirección a una colina que sobresalía del horizonte, no era enorme, solo del tamaño de una casa, ahora no era tan grande como cuando era pequeña… recuerdo cuando le veía de cerca, era enorme en aquellos tiempos – Llegamos… éste era mi lugar favorito de pequeña… - Me subí con cuidado a la colina y me senté viendo al cielo estrellado – Es como si nada hubiese cambiado…

- ¿Este es el punto que nos une al pasado? – Preguntó con mucha curiosidad.

- Si… así es – Estos dieciocho años que han pasado los he aprovechado en investigar una forma de viajar en el tiempo abriendo la cuarta dimensión; pero descubrí que no era algo tan sencillo. Primero tenía que buscar un lugar que no haya cambiado en años para evitar problemas mayores y abrir por accidente un portal que lleve a una coordenada errónea. Además que tenía que comenzar desde el primero al momento de abrir un portal, hasta llegar al cuarto paso – Tomaré un descanso de unos minutos, mientras nos preparamos.

La teoría del viaje en el tiempo era complicada, todo se basa en la línea del tiempo que ya existe desde el inicio de los tiempos, que representa a su vez nuestro pasado. El presente es el límite entre el pasado y el inicio futuro; pero ése es el problema al momento de usar la teoría del viaje en el tiempo. El pasado ya existió, en cambio el futuro es incierto, en otras palabras puedo volver al pasado dejando un punto de contacto hacia el presente; pero al cruzar el portal, el punto de contacto dejaría de ser del presente, convirtiéndose en futuro teniendo altas posibilidades que el contacto desaparezca. Sin contar eso, realizar ese cambio dimensional progresivo hasta la cuarta dimensión… era agotador. Sin duda, será un gran riesgo la tontería que estoy apunto de realizar… pero de errores se aprenden, además ya no importaba, Geheimnis estaría conmigo para siempre, por primera vez me sentía apoyada por alguien. No pude evitar sonreír de felicidad mientras observaba el cielo nocturno y a la luna que me devolvía la sonrisa, mi única testigo desde mi nacimiento hasta hoy.

- Vamos, Geheimnis, estoy lista – Le avisé con serenidad al levantarme, sacudiendo mis prendas por el pasto y la tierra. Ella no respondió pero supe que estaba preparada desde hace horas.

Formé un portal de mi tamaño al frente que sería el primer punto de contacto, un punto en el espacio. Esperé a que poco a poco el interior del punto llevase a una dimensión central, donde poco a poco tomase la forma bidimensional para luego pasar a ser tridimensional, al encontrarse con los diferentes puntos que se puedan conectar a este, teniendo como resultado aquel túnel cilíndrico con muchos “ojos” conformados por imágenes; el “Túnel Dimensional” – Solo falta crear otro punto en el espacio que lleve al mismo lugar en el que estamos, dentro de la misma dimensión – Pensé mientras me preparaba para realizar el mismo paso, pero… - Una dimensión dentro de otra dimensión ¿No? – Preguntó Geheimnis – Exacto… prepárate – Le respondí mientras repetía lo mismo. Al formar una dimensión con un punto de partida, y dentro de la misma otra que lleve al mismo sitio como destino, se crearía un túnel donde exista el tiempo, o al menos, esa era mi teoría. 

Finalmente algo inusual pasó al concluir con el procedimiento. El color azulado oscuro que acostumbraba tener el portal se opacó, mostrando en su interior muchos anillos dorados representando las dimensiones abiertas dentro de la misma. Había funcionado. – ¡Vamos, vamos! - Insistió Geheimnis con notable alegría e impaciencia. Suspiré profundamente cerrando los ojos, finalmente había logrado algo que me había durado casi toda la vida, sentía un puñado de sentimientos encontrados que intenté evadir. Abrí los ojos y sonreí, era ahora o nunca, así que di un salto hacia el portal sin importar lo que pasase con nosotras; sentía como la emoción de Geheimnis revivía las emociones que hace muchos años había perdido, ella me hacía sentir completa y viva de verdad, una vez más. El viaje en el tiempo había iniciado, cada anillo por el que pasaba mostraba una imagen fugaz ante mis pupilas, por lo que comprendí que cada anillo representaba cada año, teniendo una imagen diferente del mismo paisaje. Los años fueron retrocediendo cada vez más y más rápido, mientras yo sin parpadear contemplaba las fugases imágenes, veía de todo, el clima torrencial, parejas viendo al cielo y cómo poco a poco el pueblo que se vía al fondo desaparecía, dejando ver un terreno verdoso y amplio. Veía explosiones, terremotos y desastres aún peores,  hasta que vi el castillo que había desaparecido misteriosamente de los alrededores años atrás; pero junto con él, estaba el motivo de su desaparición. Una enorme serpiente emergía desde las profundidades de la tierra con sus fauces abiertas del tamaño de un cráter, engullendo al castillo fácilmente. Sus enormes ojos amarillentos apuntaban hacia mi dirección, como si me estuviese viendo caer en el túnel del tiempo.

- Imposible… - Murmuré justo después que la imagen desapareció de mis pupilas.

Las imágenes seguían pasando frente a mí sin darme cuenta de lo que mostraban, mi mente solo veía aquella imagen fugaz que pasó ante mis pupilas. Al reaccionar no pude evitar sentirme engañada y traicionada. Finalmente, mi imagen de niña se ubicó frente mis ojos, había llegado el fin del viaje. Atravesamos el portal encontrándonos de nuevo en la madrugada del 08 de noviembre del año mil doscientos cincuenta y cuatro, a un día de comenzar con las tragedias que marcaron para siempre mi larga vida. El portal se desapareció detrás de mí, no tenía más energías para mantenerle, quedándonos atrapadas posiblemente en un pasado eterno. Me senté de nuevo sobre la colina, observando el horizonte y la antigua casa del señor Adelino, con una mirada apagada mientras mi mente daba vueltas y vueltas sin ánimos de detenerse, algo había salido terriblemente mal -…¿Qué te ocurre, Adalgisa? – Preguntó Geheimnis – Pensé que estarías contenta… ¿Qué significa esa imagen que viste? – Llevé mi mano a la frente y al entrecejo cerrando los ojos con fuerza, dando un profundo suspiro intentando sacar de mi mente la frustración, el enojo y esa terrible sensación que me hacía sentir como una completa imbécil; tenía que mantener la calma y pensar claramente.

- Cuando era pequeña, fui maltratada y abusada por "mi señor", el Príncipe Louis, además de sobrexplotarme en mis labores como esclava. Cuando Dubble-Darah se apoderó de mi mente brindándome poderes, pensé en asesinarlo cuando me vendió a unos hombres, como si fuese una prostituta; pero, al intentar regresar a este lugar una extraña figura se apareció ante mí, informándome que él había desaparecido… por lo que me prometí buscarlo y luego tras muchos años más, me dediqué a buscar la forma de revertir el tiempo… y así llegué hasta aquí… para darme cuenta que fui utilizada – Geheimnis no entendía a qué me refería por lo que proseguí a explicarle, mientras observaba con tristeza el lento amanecer – Estaba obsesionada, deseaba llegar de cualquier forma a mi meta sin importar cuantas vidas tuviese que llevar conmigo, y ahí fue cuando me encontré con el “Titán Abisal”… robando parte de mi alma para tener contacto conmigo, brindándome más beneficios, con el fin de invocarle fuera de su prisión…

- ¿Te refieres a que todo lo que hizo fue con el propósito que realizaras tu meta, para aprovecharse y al fin liberarse del abismo? – Acertó Geheimnis – ¿Qué pasaría si se liberase?

- Efectivamente…  soy la única herramienta disponible para él con la habilidad de crear portales lo suficientemente grandes como para liberarle… y estoy segura que ya más de una vez le he liberado por minutos, para ayudarme a luchar contra algo; pero no recuerdo, seguro fue en esos años de inconsciencia, antes de mi muerte… lo único que recuero era una gran destrucción, en un mundo donde no está sellado y puede hacer lo que le plazca. Si se liberase ahora… sería el fin de todo - Geheimnis iba a hablar nuevamente, pero le interrumpí, creando un pequeño portal sin ningún destino, que solo reflejase mi rostro, para luego hacer brillar mis ojos, necesitaba detallarlos – Se supone, que si vengo al pasado para matar a Louis, me encontraré con mi antiguo  yo, muriendo por la enfermedad que tenía. Ahí es donde él tenía planeado que sintiese lástima por mí… entregándome a mi misma a Dubble-Darah… y así crear una cadena cuyo final llegará cuando se sienta lo suficientemente poderoso como para salir de ahí… – Fruncí el entrecejo – Todo ocurrió así antes, y volverá a ocurrir si sigo el ciclo. Al dárselo a mi antiguo yo, le estaría condenando a pasar el mismo camino por el que pasé; y yo, quedaría sin muchos poderes, siendo vulnerable a todo, sin tener más remedio que invocar al “Titán Abisal” para que destruyese el castillo… y luego, informar a mi yo del pasado sobre la desaparición de “nuestro señor”, obligándole a seguir adelante y continuar alimentando al titán de poder. – Sabía que esos ojos que tenía yo me recordaban a alguien, pero no lo asocié hasta entonces. Esos ojos violeta en aquella figura que vi en aquel pueblo eran los mismos… me había encontrado con mi propio yo.

- ¡¿Y qué haremos entonces?! Si el “Titán Abisal” vive en un lugar donde el tiempo no le afecta, significa que ahora será mucho más fuerte que como debía de ser y más grande… quien sabe de qué tamaño era aquel ser antes de que el ciclo iniciase.

- Si, y no solo eso, pienso que Dubble-Darah y los otros personajes extraños que han aparecido, son seres que también ha manipulado… tengo que romper éste ciclo, acabar con todo de una vez, y salvarnos – Deshice el portal y observé entrecerrando los ojos al sol, mientras Geheimnis me preguntaba cómo lo haría… pensaba a profundidad sobre el asunto, pero no tenía alternativa – Tengo dos opciones, darle a Dubble-Darah a mi yo del pasado, o matarle…

- ¡Espera! – Geheimnis finalmente había comprendido a qué me refería – Si le matas… significa que morirá tu mente… ¿No? - Quedé en silencio, sin dejar de ver al sol - ¿Me-me dejarás sola?... – La presión en el pecho se hacía cada vez más insoportable por el puñado de sentimientos que teníamos reprimidos, por lo que pronto unas pocas lagrimas escaparon resbalándose por mis mejilla. Pero no eran solo mis lágrimas, Geheimnis también lloraba conmigo ¿Cuándo será el día en que realmente viva en paz? 

Las horas se hacían eternas durante la larga espera a que el día acabase, pero sinceramente así era mejor, no quería que todo terminase tan rápido aún. Hablé con Geheimnis durante todo el día, disfrutando de su presencia y de sus ideas; ella estaba triste al igual que yo, pero intentamos de no pensar en lo que ocurriría al día siguiente, como siempre lo hemos hecho; disfrutaremos finalmente de nuestro presente y que mañana pase lo que tenga que pasar. Le aconsejé ya al caer la tarde que se quedase con Dubble-Darah, si de por si era una entidad poderosa que anteriormente tenía control sobre mí, ahora nosotras podíamos aprovechar de su poder, pero que no abusase de su poder, Dubble-Darah puede absorber la vida de otros, es posible que también lo haga con éste cuerpo; también que evitase el uso de los portales, por ser una habilidad concedida por el “Titán Abisal” es posible que tenga control sobre ellos, más no el poder de usarlo en otros mundos, como nosotras. Si seguía mis consejos, todo saldría bien. 

Esa noche al dormir Geheimnis me visitó en mis sueños tomando de la mano y llevándome a lugar surrealista, donde las nubes eran pozas flotantes de agua, y el suelo era un vacío claro, como el cielo, con pedazos de piedras flotando en grandes cantidades. Bailamos tomadas de las manos sobre llamas multicolor, y corrimos sobre calaveras del tamaño de montañas sobre posas de acido; eran extractos de dimensiones fantásticas que visité durante toda mi vida. Le contaba todas las cosas que he vivido durante estos mil años y un poco más en otras dimensiones, en realidad ya había perdido la cuenta exacta. Las peleas que había tenido a lo largo de la vida contra seres sobrenaturales, como aquella mujer con el poder de controlar el fuego y la destrucción de todo lo que le toque. También le conté todas mis teorías sobre lo ocurrido en aquellos años en los que no tuve consciencia; al terminar de hablarnos y reinos le llevé a un lugar alejado en mi memoria, un lugar que se había vuelto mi favorito. Era una colina enorme ubicada en una dimensión lejana donde los días pasaban con mayor lentitud y las horas de sol eran escasas, por lo que la luna siempre se asomaba sobre la colina; alrededor florecían plantas nocturnas que se abrían para recibir la luz lunar que alimentaba su cilíndrico cuerpo. Finalmente tras muchas risas compartidas, el momento en que tenía que despertar había llegado. Le abracé fuertemente mientras todo se volvía borroso al igual que nosotras.

Abrí los ojos escondida entre los arbustos cercanos a la colina, ya era de día cerca de las diez de la mañana, faltaban pocas horas para ver a mi antiguo yo acostada en la colina viendo hacia el cielo, tenía que actuar de inmediato. Me levanté y me dirigí a la casa del señor Adelino y los demás esclavos que compartían la casa con él, repartiéndose las diversas labores cotidianas. – ¿Vas a matarlos? – Preguntó Geheimnis – Sí, antes habían muerto también… es parte del ciclo, pero seré más amable con ellos – Le respondí aproximándome a la pequeña granja. El señor Adelino, un señor de edad madura, se encontraba sentado sobre un montón de alfalfa, con aquella tranquila y resaltante personalidad que le caracterizaba. Él me vio aproximarme lentamente, viendo hacia mi rostro descubierto, por mi apariencia supo que no era normal, en aquella época los cuidados personales no eran tantos como en la que proveníamos Geheimnis y yo.  Antes que él pudiese reaccionar mi brazo se estiró hacia su rostro, convirtiéndose en líquido e introduciéndose en los orificios de su rostro, bloqueé sus pulmones hasta que la muerte tocó sus puertas. Hice lo mismo con cada integrante de la granja y al finalizar enterré los cuerpos en la parte trasera del terreno, para darles un descanso más digno que el que había visto hace muchos años. 

El atardecer hizo presencia de inmediato al terminar de enterrarles, decorando el cielo de un rojo vivo, era la imagen viva de aquel recuerdo de años, estaba segura que mi yo del pasado estaba al otro lado del trigal viendo al mismo tiempo el cielo; no iba a perseguirle por el trigal, tal como hizo aquella vez esa Arabelle conmigo; solo acabaré con nuestro sufrimiento, de una vez. Le esperé inmersa en la oscuridad de la casa, observando desde el rincón su llegada y como se introducía cada vez más al único pasillo cruzando la solitaria sala principal. 

Le seguí lentamente por el pasillo muy de cerca, mientras ella estaba concentrada intentando de observar lo que tenía al frente, solo estaba ganando tiempo para llenarme de valor y aprovechar de contemplarle por primera y última vez. Finalmente tras casi llegar a la habitación se dio cuenta de mi presencia justo a sus espaldas, quedó paralizada un momento apretando los puños, yo solo le observaba de forma inexpresiva, esperando alguna reacción, ya estaba lista; cuando se volteó de golpe reaccioné tomándole por el cuello, llevándole contra el suelo tras un corto forcejeo. 

Ella clavaba sus uñas en mi brazo e intentaba respirar y toser por aquella destrozada garganta que una vez tuve, me observaba con los ojos entreabiertos y llorosos, encontrándose con los míos con mirada inexpresiva, pero las lagrimas aventurándose por mis mejillas cayendo finalmente sobre su joven rostro.  Mis ojos se clavando en los suyos, usando aquella mirada asesina iluminando parte del suelo con un reflejo de luz violeta. Eliminé el dolor y la consciencia de su mente por unos segundos, los suficientes como para matarle, aun así ella mantenía sus manos aferradas a mis brazos. No quería introducir mi cuerpo en líquido en ella, luego el cuerpo que pronto le pertenecerá por completo a Geheimnis se contaminaría con su enfermedad, así que solo quedaba estrangularle con todas mis fuerzas. Había matado a muchas personas en mi vida, sin importarme sus sentimientos o sus vidas; pero esta situación era diferente para mi, comprendía y sentía lo mismo que mi victima, era aterrador ver su expresión de desesperación. Mi vista se nublaba, lo que indicaba que ella estaba muriendo, apreté con más y más fuerza hasta que sentí que sus brazos lentamente fueron soltando los míos, al mismo tiempo que mi mente ingresaba en una completa oscuridad. Caí sobre el cuerpo sin vida de Adalgisa, fue lo único que pude ver. Había perdido la consciencia fugazmente.

Geheimnis y yo, Adalgisa, aparecimos en la nada, tomándonos de las manos, ella siempre será parte de mí y yo de ella, juntas somos y seremos Arabelle. Aunque nunca más hable de nuevo en su mente, y no pueda saber lo que pase a su alrededor, Geheimnis tendrá mis recuerdos en su memoria y así nunca dejaré de existir para ella. Su rostro fue lo último que pude detallar con más tiempo, antes de que mi mente también se apagase para siempre.

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