Hola de nuevo mis apreciados lectores, tras un profundo y largo descanso estoy de vuelta. Me he dedicado estos días a dibujar más a que a escribir, pero esta semana decidí cambiar eso y dedicarme un poco a escritura y a entretenerles un poco con la continuación de uno de los escritos que más ha gustado hasta el momento The Moon. Me han pedido la continuación, pero no había tenido el tiempo para escribirla. Pues aquí tengo el capitulo, un poco mas largo para que puedan disfrutarlo, y con un dibujo para que puedan imaginar una de las escenas.
En este capítulo se podrá detallar el cambio drástico que va sufriendo el personaje principal mientras avanzan los años, descubriendo más sobre sí misma y con una inteligencia que poco a poco supera los conocimientos de aquella época y la de nuestra actualidad. Sin más que decir, les dejo con el capítulo tres, espero que lo disfruten. Por cierto, para los que apenas están comenzando a leer, les recomiendo leer desde el capítulo uno, sino no van a entender nada, dejare los links a continuación, con la información del escrito.
- Historia [3/?]
- Temática: Sobrenatural, Terror y suspenso.
- Titulo: The Moon
- Autor(a): Katsu Komori
- Link de Capítulos anteriores: [Capítulo 1] [Capítulo 2]
Portada Anterior
Nueva Portada
La vida y la muerte forman un equilibrio inquebrantable,
algo en lo que todos los seres vivos llegan a comprender en algún momento de su
existencia, y sin importar sus creencias todos están conscientes que en algún
momento sus respiros cesarán junto con la desaparición de la consciencia. Solo
los ambiciosos se han detenido a pensar en lo que ocurriría si ese equilibrio
fuese quebrantado sutilmente, teniendo como resultado la inmortalidad. La
sustitución de la consciencia y el constante reemplazo de células dañadas por
unas nuevas puede ser una alternativa, teniendo como resultado una vida en un
cuerpo alterno sabiendo que y quien eres… pero en realidad, nunca lo eres. Y
así es como la inmortalidad llegó a mis manos, permitiendo ser yo dentro de
otro yo… o viceversa; solo sé que yo,
soy Arabelle.
Los años parecían pasar rápido pero sin cobrarme la vida que
le debo con cada segundo perdido. Me había convertido en una figura joven por
el resto de mi existencia. Lamentablemente algunas partes de mi cuerpo se veían
afectadas por aquel cambio antinatural, mi cabello perdía su rojizo color
natural, poco a poco se opacaba volviéndose más oscuro y mis energías eran cada
vez menores; era dependiente de la vida de otros, un maldito parasito. La
oscuridad de aquella antigua y abandonada casona de madera en la que recién
ingresaba me producía un puñado de sensaciones encontradas entre sí. Todo
parecía estar bajo las penumbras, dando una sensación acogedora y a la vez
incomoda, pero eso no era lo que me hacía sentir extraña, lo que causaba
aquella aura pesada y aterradora eran los extraños símbolos que se encontraban impresos en sangre sobre las
paredes y el suelo de madera; pero, el motivo por el que estaba ahí era por
aquellas personas que se encontraban atrapadas por largos tentáculos líquidos
que salían de todo mi cuerpo, necesitaba sus vidas.
- ¡M-Maldito demo-nio!... – Musitaba con poca energía uno de
los brujos de la secta que tanto había buscado por sus grandes conocimientos
del mundo espiritual. El dolor poco a poco se apoderaba de su cuerpo mientras
los tentáculos ingresaban por sus orificios oculares, al igual que al resto de
los integrantes. Todos se encontraban esparcidos por la habitación atrapados
por mi deforme cuerpo, que en ese momento rodeaba toda la habitación como una
telaraña líquida.
Había aprendido tras muchos años de práctica a deformar mi
cuerpo a gusto, aprovechando esa extraña habilidad otorgada por aquella entidad
que se apoderó de mi cuerpo, cuando aún era esclava de “mi Señor”, el desaparecido
príncipe Louis. Descubrí que al manipular mi materia a estado líquido ningún
ataque físico podría dañarme, dándome la oportunidad de ingresar por cualquier
orificio del cuerpo de mi víctima buscando el néctar de la vida y la sabiduría.
Habían pasado ciento veintiún años desde aquella vez que absorbí a aquel viejo
brujo sabio en la comodidad de su morada. Desde entonces me di cuenta que
gracias a este don, podría apoderarme de la vida ajena. Tras comprobarlo pude
desarrollar una teoría, la teoría de la inmortalidad, cuyos resultados fueron
satisfactorios. Es por ello que desde entonces me he convertido en una cazadora
de brujos, magos y sabios, en busca de más sabiduría, más vida y más poder.
Eso era lo que pasaba en estos momentos, los sectarios que
ya eran invadidos por mí, siendo secados vivos, perdiendo sus recuerdos, sus
energías y poco a poco muriendo por ausencia de liquido, quedando como
resultado cuerpos desnutridos, arrugados y grises. No pude evitar sonreír al
verles y comprobar los conocimientos nuevos que recién empapaban mi mente; era
excitante y satisfactorio notar como alcanzaba lo que nunca pude tener siendo
una simple humana. Al concluir y volver lentamente mi cuerpo a la normalidad, observé
los ojos sin vida y arrugados de un brujo que murió observándome, su expresión
era tan terrible como si acabase de ver un demonio… si tan solo supiera que era
tan humana como ellos, o quizás… ya haya pasado a ser algo más que un simple
ser humano. Escapé del lugar disimuladamente mientras la luna aún permanecía en
el cielo y me dirigí a reclamar mi recompensa. Éste era mi nuevo estilo de
vida, pero era para mi propio bien, tenía dinero, sabiduría y vida a la vez…
muchos desearían estar en mis zapatos con tantos beneficios a la vez. Lo único
que me desagradaba era como se corría la voz entre los pueblerinos, si las
cosas seguían así el resto de los brujos, magos y sabios se enteraría de mi
existencia… y las cosas dejarían de ser tan fáciles… tenía que pensar en algo
mejor, una forma de salir de esta rutina y seguir beneficiándome… ¿Pero cómo?
01 de Agosto, 1375
Suspiraba despreocupada reposando en la cima de una colina
mientras observaba el amplio cielo azul y el viento soplaba delicadamente
haciendo danzar varios los mechones opacos que conformaban mi cabello. La vida
parecía tener sentido y a la vez ausentarse de ello, mis emociones eran tan
vivas como ausentes al igual que mi cuerpo. Meditaba sobre ello mientras mi
vista se desviaba hacia un águila que pasaba de casualidad sobre mí
dirigiéndose al lejano horizonte.
- Tal cual como hace ciento veintiún años atrás… - Susurré con
nostalgia mientras mi mente viajaba por el tiempo recordando aquel momento en
que mi vida colgaba de un hilo. Era impresionante como las cosas había cambiado
hasta el día de hoy… - Y todo seguirá cambiando…
Todo el mundo parecía continuar, mientras yo permanecía
detenida en el tiempo. Realmente… le había ganado a “mi Señor” que seguramente ya
había muerto, al igual que cualquier ser viviente que haya conocido en aquella
época… ahora podía vivir tranquila; pero era mentira... no podía siquiera estar
en paz, aún el odio y la intriga permanecían en mí. Desconocía todo lo ocurrido
en aquel momento donde una extraña figura apareció ante mí, llamándome por
aquel nombre que nunca fue mío… pero a la vez sí lo era. Esa persona… o ese
ser, sabía lo que le ocurrió a “mi Señor”… si tan solo pudiese regresar al
pasado, tomaría sus conocimientos y descubriría su paradero…
- … Eso es… - Una idea surgió de pronto. Todas las voces que
provenían de mi conciencia se detuvieron en seco… o simplemente había dejado de
escucharles por mi concentración; de todas formas, eso no era lo que me
interesaba en este momento. Extendí mi mano al cielo, pudiendo detallar como
los rayos del sol atravesaban poco a poco mi mano al convertirle en líquido,
produciendo pequeños rayos coloridos – Si puedo convertir mi cuerpo en agua y a
la vez ser un prisma para la luz del sol… significa que aún hay más cosas por
descubrir tanto de mí como del mundo. Soy una fantasía viviente… algo con que
solo podría ser un sueño para la mayoría de los pueblerinos. Si ellos aún
sueñan con algo que yo soy… eso quiere
decir que existe una posibilidad que lo que yo deseo tener alguien más lo
tenga… o que ya exista – Apreté el puño con fuerza y aseguré que el porcentaje
de líquido correcto volviese a conformar mi cuerpo para convertir el resto en
solido – Conseguiré la forma de abrir las puertas a los rincones desconocidos
del mundo.
23 de Abril, 1382
Siete años de estudio han pasado, revisando los papiros con
gran cantidad de información sobre la magia, astrología y artes oscuras,
perteneciente de las colecciones de mis víctimas que terminaron siendo de mi
propiedad. He consultado con cada voz que conforma mi mente, todas saben
demasiado y a la vez nada, todas poseen teorías diferentes por lo que era
complicado saber cual tendría la razón. Finalmente, una idea surgió al repasar
los papiros que había escrito, donde permanecían mis avances y anotaciones.
Esta nueva teoría se llamará Viaje Dimensional, basándome en las puertas
invisibles que separan el mundo físico con el metafísico y posiblemente el
espiritual. Al abrir una de las puertas un espíritu puede pasar de un lugar a
otro, logrando por así decirse un viaje entre dimensiones. Lo mismo ocurre con una invocación, dos
puertas se abren y el ser viaja de un punto a otro, mientras se esté conectado
¿Qué pasaría si se detiene la invocación en un punto, y se desvía a otro punto
posible? Se abriría una puerta a otro lugar donde posiblemente nada se invoque.
Al permanecer abierta es posible que se pueda viajar fuera del mundo físico.
- Los Nigromantes, Espiritistas e Invocadores son los únicos
que poseen el conocimiento necesario para abrir puertas – Comencé a hablar en
voz alta mientras escribía en el papiro – Las puertas del mundo espiritual y la
de diversos mundos… - Me detuve mientras pensaba, observando el papiro como si
fuese a responder mis dudas o intentase refutar mi teoría – Debido a que la
nigromancia y el espiritismo van de la mano con lo espiritual y el delicado
equilibrio entre la vida y la muerte… solo me dedicaré al grupo restante, los
invocadores.
Ese sería mi siguiente objetivo, mi atención desde ahora solo
estará sobre los invocadores. Ya ansiaba poseer sus conocimientos y descubrir
más de lo que ahora podía pensar. Me
invadía un potente éxtasis por la impaciencia, emoción e intriga, ansiaba
asesinar de nuevo. Independientemente de mi necesidad de sabiduría y mi
dependencia a la absorción de vida para seguir subsistiendo, sentía que en un
abrir un cerrar de ojos me había convertido en un monstruo… y lo que más me
indicaba que estaba en lo cierto, era que eso ya no me importaba.
Viajé de pueblo en pueblo, buscando algún tipo de
información sobre grupos de invocadores que me fuese de ayuda, pero en vez de
mostrarme como una exterminadora, solo pregunte como cualquier pueblerina
deseosa de chismes e información, necesitaba mantener un perfil bajo, no podía
desaprovechar cualquier oportunidad. Finalmente tras muchos meses de búsqueda
di con la información que necesitaba, en un pueblo al otro lado del territorio;
no fue una información de fiar, como era de esperarse, pero no perdía nada con
intentarlo… además tenía lo que muchos no, tiempo… muchísimo tiempo.
19 de Marzo, 1384
Mi presencia dejó mucho que desear en ese momento, debido a
que sin cortesía llegué y destrocé a todos los que pude, introduciendo a la
fuerza los tentáculos que salían de mi cuerpo, deseosos de absorber vida. No me
preocupe ni siquiera en buscar los orificios corporales; atravesé la carne por
donde pude y absorbí la vida de más de diez personas, en pocos minutos, no me
importaba si les dolía o no… solo deseaba esa sabiduría. Cada tentáculo al
llegar al cerebro se internaba en el y le absorbía como si fuese liquido
después de conectarlo con el mio para absorber todos sus recuerdos, viendo
incluso algunos recuerdos como visiones fugaces en mi memoria.
-Espe-espera… ¡Por favor, detente! – Me suplicaba uno de los
invocadores que había escapado de mis tentáculos y buscaba la forma de
refugiarse tras los árboles, escapándose de mí. Yo le seguía lentamente sin
perderlo de vista - ¡¿Qué quieres de mí?!
Había durado mucho tiempo buscando el rastro de invocadores
en el territorio, eran tan escasos como el frio en verano, pero finalmente,
tras largos meses de búsqueda y persecución pude encontrar a un grupo de
invocadores nómadas hace muchas semanas atrás. Lentamente fui acabando con
todos ellos, mientras pasaban los días, pensé que me conformaría con unos
pocos, pero nuevamente volví a equivocarme, jajajaja… los deseo a todos. El sujeto estaba asustado debido a que consumí
al resto de su grupo en unos minutos, solo faltaba él. Le perseguí hasta que
noté que él solo quería ganar tiempo, a muchos árboles de distancia noté que
estaba realizando una invocación rápida ¿Acaso pretendía retarme?
- ¡Mierda! – Pensé mientras le observaba frunciendo el ceño,
tenía que apresurarme.
Corrí hacia él mientras la invocación se estaba formando, no
me iba a dar tiempo en llegar, tendría que absorberle a ambos desde lejos.
Estiré mis brazos convirtiéndoles en númerosos tentáculos de agua abarcando
varios metros de distancia envolviendo al invocador junto a su invocación
incompleta. Era frustrante el hecho que a pesar de todo, la invocación no se detuviese,
tenía que actuar rápido. Introduje todo lo que pude de mis brazos en el
interior de sus cuerpos y comencé a recibir toda la información y vida del invocador
hasta dejarlo como un cuerpo momificado, pero la invocación seguía brillando, no
podía detenerla. Ejercí mayor presión e introduje gran parte del agua en su
interior abriéndome paso por su piel, atravesándola muchas veces.
- ¡No te daré la oportunidad! – Exclamé sonriendo, pero solo
estaba ocultando mi preocupación, algo malo pasaba, no podía absorber nada al
menos intentaba detenerle. De pronto la invocación dejó de brillar, tenía una
forma humana, pero su presencia no lo era del todo. Abrió los ojos,
iluminándosele de un intenso rojo escarlata. Mi sonrisa se borró en ese
instante al contemplarla, mis brazos comenzaron a hervir y a burbujear de
inmediato algo malo ocurría conmigo. En vez de absorberle, ella lo hacía con mi
energía e intentaba de destruirme al mismo tiempo.
La solté regresando mis brazos a su forma original y a la
longitud adecuada, retrocediendo varios metros. Mis brazos estaban ligeramente
quemados, no entendía como o porqué, pero algo me había hecho esa invocación.
Al volver a ver de nuevo hacia su presencia pude detallarle mejor, era una
joven contemporánea a la edad que yo aparentaba, tenía el cabello gris oscuro y
unos ojos escarlata que no paraban de brillar, no era humana… de eso estaba
segura. Sin dejar de mirarle retrocedí aún más, ella solo me observaba y al
notar mi actitud solo frunció el entrecejo como muestra de su enojo y de un
pisotón al suelo todas las hojas de los árboles que yacían en él se incendiaron
al igual que el pasto. Corrió hacia mí llegando en un abrir y cerrar de ojos,
preparándose para acertar un puñetazo, no pude reaccionar, solo convertí mi
cuerpo en agua. Su puño atravesó mi cuerpo líquido al nivel del estómago, sin hacerme ningún daño, pero
de pronto comencé a sentir esa sensación de nuevo, mi cuerpo hervía; ella sin
duda deseaba destruirme. Azote uno de mis brazos contra su rostro y este solo
soltó vapor al impactar. Me estaba evaporando al hacer contacto – ¡MALDITA SEA!
– Exclamé con fuerza dentro de mi cabeza, haciendo que todas las voces
comenzaran a alterarse, todos mis intentos eran inútiles, por lo que me di
media vuelta y comencé a correr volviendo mi cuerpo a la normalidad. Ella aún
me seguía y de vez en cuando lanzaba llamaradas hacia mí, tenía que escapar.
El bosque poco a poco fue envuelto en llamas, no podía durar
mucho tiempo así, tenía que perderla. Corrí entre las llamas convirtiendo mi
cuerpo en agua para no lastimarme más de lo que debería, siendo esto suficiente
para perderle de vista, pero no por mucho tiempo, tenía que actuar rápido. Mi
ropa se había deteriorado y quemado al igual que partes de mi cuerpo. Me oculte
tras unos árboles secos que aún no se quemaban.
- ¿Ahora qué hago? – Pregunté a las voces de mi cabeza,
buscando alguna información y comenzando a indagar en los nuevos conocimientos.
Tenía que realizar ahora mi teoría… si llegaba a estar equivocada posiblemente
este sea mi último momento de vida.
Me concentré y comencé a realizar mi primer intento de
invocación, creando la puerta que conectaría este punto con otro. Al
conseguirlo cancelé la invocación a la mitad, dejando la puerta abierta sin
ningún rumbo. Aquella puerta marcada en dibujos sobre tierra se convirtió poco
a poco en una especie de hoyo azulado muy oscuro y parecido a una puerta que
llevase a las profundidades del mar. Arriesgándome me introduje a aquel lugar
antes que aquella chica me encontrase, éste se cerró detrás de mí, dejándome
atrapada en un extraño mundo donde no existía el suelo ni el cielo, la gravedad
no existía, ni la presión. Todo era oscuro como si estuviese flotando en la
nada, podía ver mi cuerpo de un azul claro, debido a unos extraños…
“relámpagos” azulados y sin sonido que iluminaban de vez en cuando el lugar
infinito. Si fuese un simple ser humano este lugar sería terrorífico, solo
escuchaba mi respiración, todo lo demás yacía en un profundo vacío.
- Ahora, supongo que tendré que crear otra puerta… - Me dije
a mi misma, volviendo a realizar el procedimiento que había realizado
anteriormente, pero esta vez, en vez de formarse un portal en específico, todo
el lugar se llenó de “aberturas” con imágenes que pasaban velozmente. Me
acerqué a una y me atreví a pasar mi mano a través del portal, no pasaba nada
malo - … Creo que lo he logrado – Sonreí con satisfacción y continué
investigando todas las puertas
dimensionales que tienen conexión con el punto que acababa de abrir y en
las que puedo entrar.
Terminé por interesarme en un portal que me mostraba una
imagen oscura, podía observar una luna de plata sobre unos seres monstruosos y enormes
luchando a muerte en un inmenso mar. Quizás parezca de locos, pero solo acepte
por ingresar en aquel sitio porque podía convertirme en agua. Comencé a
introducirme en el portal y éste terminó por absorberme, dejándome caer en un
mar profundo repleto de rocas, pero por mala suerte no había ninguna roca en el
lugar donde caí. El mar terminó por arrastrarme hacia las profundidades, era
una corriente marina anormal, como si fuese un tornado inverso. Convertí mi
cuerpo en agua para evitar la presión en los oídos y la falta de oxígeno. Finalmente
la corriente culminó dejándome aguas heladas y repletas de tinieblas.
- Pude sentir tu llegada – Escuché una voz gruesa e inhumada
en mi cabeza, una voz que callaba a todas las demás, pero no era de alguien a
quien absorbiera, su presencia era incluso superior podía sentirla fuera de mi
cuerpo. El mar parecía vibraba cada vez que aquella voz hablaba – No te
molestes en revisar las miles de personas que conforman tu yo, Arabelle – Elevé
mi cabeza hacia la superficie que se encontraba a muchos kilómetros sobre mí.
Se veía tan lejano como ver una estrella desde la colina que acostumbraba a
visitar, éste lugar era tan fantástico e irreal… tanto como yo – Debajo de ti –
Bajé la mirada de inmediato, recibiendo por poco un paro cardiaco. Un enorme
ojo amarillento me observaba desde las profundidades iluminando un poco las
profundidades, pero no tanto como para iluminar al portador de semejante ojo,
era tan grande que parecía de mi tamaño, desde donde le observaba; pero no
parecía estar frente a mí, ni a pocos metros de distancia, si no a kilómetros,
quizás el triple de distancia que hay hacia la superficie. Era completamente
aterrador imaginar el tamaño que tendría aquel ser que me observaba desde las
profundidades de aquel mar negro.
- ¿Co-como puedes hablar desde mi cabeza? – Pregunté
bastante intrigada, con el pensamiento.
- Estás en mi mundo, puedo hacer lo que quiera, y tú estás
ahora en mis aguas, siendo parte de ella. Pareces ser algo más que un ser
mortal. Llegar aquí está prohibido para cualquier ser, la única forma de que
estés aquí es que controles el mundo dimensional, aquel mundo al que muchos de
tu especie consideran irreal y seguirán creyéndolo incluso después de miles de
años más.
- ¿Cómo sabes eso?
- Yo lo sé todo, yo lo veo todo. Lo que hay en tu alma, los
pensamientos de las tres mil seiscientas noventa y tres personas que conforman
ahora tu interior y las que aún faltan… - No supe que decirle, incluso yo había
perdido la cuenta después de las mil personas -
Haz superado muchas cosas que incluso los seres que vendrán en los
siguientes milenios intentarán de igualar… y no podrán. Por eso, mereces mis
respetos… pero aún eres muy inmadura con tus habilidades como para considerarte
alguien de importancia.
- Hago lo que puedo… soy humana después de todo… – No me
atrevía a debatir con ese ser, reconocía que no estaba a su altura.
- Lo sé… y sé también que deseas vengarte del hombre que
condenó tu vida y produjo la muerte de tu madre cuando apenas eras una niña –
Intentaba en vano de no sorprenderme mucho, por el hecho que supiese detalles
que nunca le había dicho a nadie. Ya me había dejado muy claro de lo que podía
hacer – Por eso… si de verdad quieres desentrañar más secretos ocultos en el
mundo y en ti misma, solo tienes que hacer una cosa; nadar hacia mí… - Esperó
que le respondiese, pero la verdad no sabía que decir, quede en blanco - Si no,
eres libre de devolverte, pero no entrarás nunca más este lugar.
Aquel monstruo no dijo nada más, incluso las voces que
conformaban mi mente quedaron en un completo silencio, nadie se atrevía a decir
algo, ni siquiera yo misma. Sus palabras solo podían decirme que fue el
causante que esta puerta se abriera y que tenía el poder para bloquearla. Quedé
viendo directamente hacía aquel ojo amarillento que no había parpadeado desde
mi llegada, mantenía aquella fría pupila fija en mí. Era escalofriante pensar
que nadaría hacia él, sin dejar de verle, si saber las dimensiones de esa cosa
e incluso pudiendo ser una tentadora trampa para imprudentes… pero, sin darme
cuenta ya estaba nadando hacia él. Alguna vez pensé que no volvería a realizar
más cosas imprudentes, pero nuevamente me equivoqué.
Grandes burbujas del
tamaño de montañas comenzaban a emerger de las profundidades, envolviéndome
mientras escuchaba el profundo sonido del mar abisal.
Me gustó la portada. Espero pronto tener un tiempo para comenzar a leer la historia de pies a cabeza. No suelo leer historias que no han sido terminadas aún, pero~ esta parece muy interesante ^^!
ResponderEliminarHola Matty, pues ya está terminada la historia, ojala la puedas leer cuando tengas tiempo, creo que si te puede gustar... aunque es muy cruda.
ResponderEliminar