miércoles, 26 de septiembre de 2012

The Moon - Parte 3



Hola de nuevo mis apreciados lectores, tras un profundo y largo descanso estoy de vuelta. Me he dedicado estos días a dibujar más a que a escribir, pero esta semana decidí cambiar eso y dedicarme un poco a escritura y a entretenerles un poco con la continuación de uno de los escritos que más ha gustado hasta el momento The Moon. Me han pedido la continuación, pero no había tenido el tiempo para escribirla. Pues aquí tengo el capitulo, un poco mas largo para que puedan disfrutarlo, y con un dibujo para que puedan imaginar una de las escenas.

En este capítulo se podrá detallar el cambio drástico que va sufriendo el personaje principal mientras avanzan los años, descubriendo más sobre sí misma y con una inteligencia que poco a poco supera los conocimientos de aquella época y la de nuestra actualidad. Sin más que decir, les dejo con el capítulo tres, espero que lo disfruten. Por cierto, para los que apenas están comenzando a leer, les recomiendo leer desde el capítulo uno, sino no van a entender nada, dejare los links a continuación, con la información del escrito.


- Historia [3/?]
- Temática: Sobrenatural, Terror y suspenso.
- Titulo: The Moon

- Autor(a): Katsu Komori

- Link de Capítulos anteriores: [Capítulo 1] [Capítulo 2]



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La vida y la muerte forman un equilibrio inquebrantable, algo en lo que todos los seres vivos llegan a comprender en algún momento de su existencia, y sin importar sus creencias todos están conscientes que en algún momento sus respiros cesarán junto con la desaparición de la consciencia. Solo los ambiciosos se han detenido a pensar en lo que ocurriría si ese equilibrio fuese quebrantado sutilmente, teniendo como resultado la inmortalidad. La sustitución de la consciencia y el constante reemplazo de células dañadas por unas nuevas puede ser una alternativa, teniendo como resultado una vida en un cuerpo alterno sabiendo que y quien eres… pero en realidad, nunca lo eres. Y así es como la inmortalidad llegó a mis manos, permitiendo ser yo dentro de otro yo… o viceversa;  solo sé que yo, soy Arabelle.

Los años parecían pasar rápido pero sin cobrarme la vida que le debo con cada segundo perdido. Me había convertido en una figura joven por el resto de mi existencia. Lamentablemente algunas partes de mi cuerpo se veían afectadas por aquel cambio antinatural, mi cabello perdía su rojizo color natural, poco a poco se opacaba volviéndose más oscuro y mis energías eran cada vez menores; era dependiente de la vida de otros, un maldito parasito. La oscuridad de aquella antigua y abandonada casona de madera en la que recién ingresaba me producía un puñado de sensaciones encontradas entre sí. Todo parecía estar bajo las penumbras, dando una sensación acogedora y a la vez incomoda, pero eso no era lo que me hacía sentir extraña, lo que causaba aquella aura pesada y aterradora eran los extraños símbolos que  se encontraban impresos en sangre sobre las paredes y el suelo de madera; pero, el motivo por el que estaba ahí era por aquellas personas que se encontraban atrapadas por largos tentáculos líquidos que salían de todo mi cuerpo, necesitaba sus vidas.

- ¡M-Maldito demo-nio!... – Musitaba con poca energía uno de los brujos de la secta que tanto había buscado por sus grandes conocimientos del mundo espiritual. El dolor poco a poco se apoderaba de su cuerpo mientras los tentáculos ingresaban por sus orificios oculares, al igual que al resto de los integrantes. Todos se encontraban esparcidos por la habitación atrapados por mi deforme cuerpo, que en ese momento rodeaba toda la habitación como una telaraña líquida.

Había aprendido tras muchos años de práctica a deformar mi cuerpo a gusto, aprovechando esa extraña habilidad otorgada por aquella entidad que se apoderó de mi cuerpo, cuando aún era esclava de “mi Señor”, el desaparecido príncipe Louis. Descubrí que al manipular mi materia a estado líquido ningún ataque físico podría dañarme, dándome la oportunidad de ingresar por cualquier orificio del cuerpo de mi víctima buscando el néctar de la vida y la sabiduría. Habían pasado ciento veintiún años desde aquella vez que absorbí a aquel viejo brujo sabio en la comodidad de su morada. Desde entonces me di cuenta que gracias a este don, podría apoderarme de la vida ajena. Tras comprobarlo pude desarrollar una teoría, la teoría de la inmortalidad, cuyos resultados fueron satisfactorios. Es por ello que desde entonces me he convertido en una cazadora de brujos, magos y sabios, en busca de más sabiduría, más vida y más poder.

Eso era lo que pasaba en estos momentos, los sectarios que ya eran invadidos por mí, siendo secados vivos, perdiendo sus recuerdos, sus energías y poco a poco muriendo por ausencia de liquido, quedando como resultado cuerpos desnutridos, arrugados y grises. No pude evitar sonreír al verles y comprobar los conocimientos nuevos que recién empapaban mi mente; era excitante y satisfactorio notar como alcanzaba lo que nunca pude tener siendo una simple humana. Al concluir y volver lentamente mi cuerpo a la normalidad, observé los ojos sin vida y arrugados de un brujo que murió observándome, su expresión era tan terrible como si acabase de ver un demonio… si tan solo supiera que era tan humana como ellos, o quizás… ya haya pasado a ser algo más que un simple ser humano. Escapé del lugar disimuladamente mientras la luna aún permanecía en el cielo y me dirigí a reclamar mi recompensa. Éste era mi nuevo estilo de vida, pero era para mi propio bien, tenía dinero, sabiduría y vida a la vez… muchos desearían estar en mis zapatos con tantos beneficios a la vez. Lo único que me desagradaba era como se corría la voz entre los pueblerinos, si las cosas seguían así el resto de los brujos, magos y sabios se enteraría de mi existencia… y las cosas dejarían de ser tan fáciles… tenía que pensar en algo mejor, una forma de salir de esta rutina y seguir beneficiándome… ¿Pero cómo?

01 de Agosto, 1375

Suspiraba despreocupada reposando en la cima de una colina mientras observaba el amplio cielo azul y el viento soplaba delicadamente haciendo danzar varios los mechones opacos que conformaban mi cabello. La vida parecía tener sentido y a la vez ausentarse de ello, mis emociones eran tan vivas como ausentes al igual que mi cuerpo. Meditaba sobre ello mientras mi vista se desviaba hacia un águila que pasaba de casualidad sobre mí dirigiéndose al lejano horizonte. 

- Tal cual como hace ciento veintiún años atrás… - Susurré con nostalgia mientras mi mente viajaba por el tiempo recordando aquel momento en que mi vida colgaba de un hilo. Era impresionante como las cosas había cambiado hasta el día de hoy… - Y todo seguirá cambiando… 

Todo el mundo parecía continuar, mientras yo permanecía detenida en el tiempo. Realmente… le había ganado a “mi Señor” que seguramente ya había muerto, al igual que cualquier ser viviente que haya conocido en aquella época… ahora podía vivir tranquila; pero era mentira... no podía siquiera estar en paz, aún el odio y la intriga permanecían en mí. Desconocía todo lo ocurrido en aquel momento donde una extraña figura apareció ante mí, llamándome por aquel nombre que nunca fue mío… pero a la vez sí lo era. Esa persona… o ese ser, sabía lo que le ocurrió a “mi Señor”… si tan solo pudiese regresar al pasado, tomaría sus conocimientos y descubriría su paradero… 

- … Eso es… - Una idea surgió de pronto. Todas las voces que provenían de mi conciencia se detuvieron en seco… o simplemente había dejado de escucharles por mi concentración; de todas formas, eso no era lo que me interesaba en este momento. Extendí mi mano al cielo, pudiendo detallar como los rayos del sol atravesaban poco a poco mi mano al convertirle en líquido, produciendo pequeños rayos coloridos – Si puedo convertir mi cuerpo en agua y a la vez ser un prisma para la luz del sol… significa que aún hay más cosas por descubrir tanto de mí como del mundo. Soy una fantasía viviente… algo con que solo podría ser un sueño para la mayoría de los pueblerinos. Si ellos aún sueñan con  algo que yo soy… eso quiere decir que existe una posibilidad que lo que yo deseo tener alguien más lo tenga… o que ya exista – Apreté el puño con fuerza y aseguré que el porcentaje de líquido correcto volviese a conformar mi cuerpo para convertir el resto en solido – Conseguiré la forma de abrir las puertas a los rincones desconocidos del mundo. 

23 de Abril, 1382

Siete años de estudio han pasado, revisando los papiros con gran cantidad de información sobre la magia, astrología y artes oscuras, perteneciente de las colecciones de mis víctimas que terminaron siendo de mi propiedad. He consultado con cada voz que conforma mi mente, todas saben demasiado y a la vez nada, todas poseen teorías diferentes por lo que era complicado saber cual tendría la razón. Finalmente, una idea surgió al repasar los papiros que había escrito, donde permanecían mis avances y anotaciones. Esta nueva teoría se llamará Viaje Dimensional, basándome en las puertas invisibles que separan el mundo físico con el metafísico y posiblemente el espiritual. Al abrir una de las puertas un espíritu puede pasar de un lugar a otro, logrando por así decirse un viaje entre dimensiones.  Lo mismo ocurre con una invocación, dos puertas se abren y el ser viaja de un punto a otro, mientras se esté conectado ¿Qué pasaría si se detiene la invocación en un punto, y se desvía a otro punto posible? Se abriría una puerta a otro lugar donde posiblemente nada se invoque. Al permanecer abierta es posible que se pueda viajar fuera del mundo físico.

- Los Nigromantes, Espiritistas e Invocadores son los únicos que poseen el conocimiento necesario para abrir puertas – Comencé a hablar en voz alta mientras escribía en el papiro – Las puertas del mundo espiritual y la de diversos mundos… - Me detuve mientras pensaba, observando el papiro como si fuese a responder mis dudas o intentase refutar mi teoría – Debido a que la nigromancia y el espiritismo van de la mano con lo espiritual y el delicado equilibrio entre la vida y la muerte… solo me dedicaré al grupo restante, los invocadores.

Ese sería mi siguiente objetivo, mi atención desde ahora solo estará sobre los invocadores. Ya ansiaba poseer sus conocimientos y descubrir más de lo que ahora podía  pensar. Me invadía un potente éxtasis por la impaciencia, emoción e intriga, ansiaba asesinar de nuevo. Independientemente de mi necesidad de sabiduría y mi dependencia a la absorción de vida para seguir subsistiendo, sentía que en un abrir un cerrar de ojos me había convertido en un monstruo… y lo que más me indicaba que estaba en lo cierto, era que eso ya no me importaba.

Viajé de pueblo en pueblo, buscando algún tipo de información sobre grupos de invocadores que me fuese de ayuda, pero en vez de mostrarme como una exterminadora, solo pregunte como cualquier pueblerina deseosa de chismes e información, necesitaba mantener un perfil bajo, no podía desaprovechar cualquier oportunidad. Finalmente tras muchos meses de búsqueda di con la información que necesitaba, en un pueblo al otro lado del territorio; no fue una información de fiar, como era de esperarse, pero no perdía nada con intentarlo… además tenía lo que muchos no, tiempo… muchísimo tiempo.

19 de Marzo, 1384

Mi presencia dejó mucho que desear en ese momento, debido a que sin cortesía llegué y destrocé a todos los que pude, introduciendo a la fuerza los tentáculos que salían de mi cuerpo, deseosos de absorber vida. No me preocupe ni siquiera en buscar los orificios corporales; atravesé la carne por donde pude y absorbí la vida de más de diez personas, en pocos minutos, no me importaba si les dolía o no… solo deseaba esa sabiduría. Cada tentáculo al llegar al cerebro se internaba en el y le absorbía como si fuese liquido después de conectarlo con el mio para absorber todos sus recuerdos, viendo incluso algunos recuerdos como visiones fugaces en mi memoria.

-Espe-espera… ¡Por favor, detente! – Me suplicaba uno de los invocadores que había escapado de mis tentáculos y buscaba la forma de refugiarse tras los árboles, escapándose de mí. Yo le seguía lentamente sin perderlo de vista - ¡¿Qué quieres de mí?!

Había durado mucho tiempo buscando el rastro de invocadores en el territorio, eran tan escasos como el frio en verano, pero finalmente, tras largos meses de búsqueda y persecución pude encontrar a un grupo de invocadores nómadas hace muchas semanas atrás. Lentamente fui acabando con todos ellos, mientras pasaban los días, pensé que me conformaría con unos pocos, pero nuevamente volví a equivocarme, jajajaja… los deseo a todos.  El sujeto estaba asustado debido a que consumí al resto de su grupo en unos minutos, solo faltaba él. Le perseguí hasta que noté que él solo quería ganar tiempo, a muchos árboles de distancia noté que estaba realizando una invocación rápida ¿Acaso pretendía retarme?

- ¡Mierda! – Pensé mientras le observaba frunciendo el ceño, tenía que apresurarme.

Corrí hacia él mientras la invocación se estaba formando, no me iba a dar tiempo en llegar, tendría que absorberle a ambos desde lejos. Estiré mis brazos convirtiéndoles en númerosos tentáculos de agua abarcando varios metros de distancia envolviendo al invocador junto a su invocación incompleta. Era frustrante el hecho que a pesar de todo, la invocación no se detuviese, tenía que actuar rápido. Introduje todo lo que pude de mis brazos en el interior de sus cuerpos y comencé a recibir toda la información y vida del invocador hasta dejarlo como un cuerpo momificado, pero la invocación seguía brillando, no podía detenerla. Ejercí mayor presión e introduje gran parte del agua en su interior abriéndome paso por su piel, atravesándola muchas veces.

- ¡No te daré la oportunidad! – Exclamé sonriendo, pero solo estaba ocultando mi preocupación, algo malo pasaba, no podía absorber nada al menos intentaba detenerle. De pronto la invocación dejó de brillar, tenía una forma humana, pero su presencia no lo era del todo. Abrió los ojos, iluminándosele de un intenso rojo escarlata. Mi sonrisa se borró en ese instante al contemplarla, mis brazos comenzaron a hervir y a burbujear de inmediato algo malo ocurría conmigo. En vez de absorberle, ella lo hacía con mi energía e intentaba de destruirme al mismo tiempo.

La solté regresando mis brazos a su forma original y a la longitud adecuada, retrocediendo varios metros. Mis brazos estaban ligeramente quemados, no entendía como o porqué, pero algo me había hecho esa invocación. Al volver a ver de nuevo hacia su presencia pude detallarle mejor, era una joven contemporánea a la edad que yo aparentaba, tenía el cabello gris oscuro y unos ojos escarlata que no paraban de brillar, no era humana… de eso estaba segura. Sin dejar de mirarle retrocedí aún más, ella solo me observaba y al notar mi actitud solo frunció el entrecejo como muestra de su enojo y de un pisotón al suelo todas las hojas de los árboles que yacían en él se incendiaron al igual que el pasto. Corrió hacia mí llegando en un abrir y cerrar de ojos, preparándose para acertar un puñetazo, no pude reaccionar, solo convertí mi cuerpo en agua. Su puño atravesó mi cuerpo líquido al nivel  del estómago, sin hacerme ningún daño, pero de pronto comencé a sentir esa sensación de nuevo, mi cuerpo hervía; ella sin duda deseaba destruirme. Azote uno de mis brazos contra su rostro y este solo soltó vapor al impactar. Me estaba evaporando al hacer contacto – ¡MALDITA SEA! – Exclamé con fuerza dentro de mi cabeza, haciendo que todas las voces comenzaran a alterarse, todos mis intentos eran inútiles, por lo que me di media vuelta y comencé a correr volviendo mi cuerpo a la normalidad. Ella aún me seguía y de vez en cuando lanzaba llamaradas hacia mí, tenía que escapar.

El bosque poco a poco fue envuelto en llamas, no podía durar mucho tiempo así, tenía que perderla. Corrí entre las llamas convirtiendo mi cuerpo en agua para no lastimarme más de lo que debería, siendo esto suficiente para perderle de vista, pero no por mucho tiempo, tenía que actuar rápido. Mi ropa se había deteriorado y quemado al igual que partes de mi cuerpo. Me oculte tras unos árboles secos que aún no se quemaban.

- ¿Ahora qué hago? – Pregunté a las voces de mi cabeza, buscando alguna información y comenzando a indagar en los nuevos conocimientos. Tenía que realizar ahora mi teoría… si llegaba a estar equivocada posiblemente este sea mi último momento de vida.

Me concentré y comencé a realizar mi primer intento de invocación, creando la puerta que conectaría este punto con otro. Al conseguirlo cancelé la invocación a la mitad, dejando la puerta abierta sin ningún rumbo. Aquella puerta marcada en dibujos sobre tierra se convirtió poco a poco en una especie de hoyo azulado muy oscuro y parecido a una puerta que llevase a las profundidades del mar. Arriesgándome me introduje a aquel lugar antes que aquella chica me encontrase, éste se cerró detrás de mí, dejándome atrapada en un extraño mundo donde no existía el suelo ni el cielo, la gravedad no existía, ni la presión. Todo era oscuro como si estuviese flotando en la nada, podía ver mi cuerpo de un azul claro, debido a unos extraños… “relámpagos” azulados y sin sonido que iluminaban de vez en cuando el lugar infinito. Si fuese un simple ser humano este lugar sería terrorífico, solo escuchaba mi respiración, todo lo demás yacía en un profundo vacío.

- Ahora, supongo que tendré que crear otra puerta… - Me dije a mi misma, volviendo a realizar el procedimiento que había realizado anteriormente, pero esta vez, en vez de formarse un portal en específico, todo el lugar se llenó de “aberturas” con imágenes que pasaban velozmente. Me acerqué a una y me atreví a pasar mi mano a través del portal, no pasaba nada malo - … Creo que lo he logrado – Sonreí con satisfacción y continué investigando todas las puertas  dimensionales que tienen conexión con el punto que acababa de abrir y en las que puedo entrar.

Terminé por interesarme en un portal que me mostraba una imagen oscura, podía observar una luna de plata sobre unos seres monstruosos y enormes luchando a muerte en un inmenso mar. Quizás parezca de locos, pero solo acepte por ingresar en aquel sitio porque podía convertirme en agua. Comencé a introducirme en el portal y éste terminó por absorberme, dejándome caer en un mar profundo repleto de rocas, pero por mala suerte no había ninguna roca en el lugar donde caí. El mar terminó por arrastrarme hacia las profundidades, era una corriente marina anormal, como si fuese un tornado inverso. Convertí mi cuerpo en agua para evitar la presión en los oídos y la falta de oxígeno. Finalmente la corriente culminó dejándome aguas heladas y repletas de tinieblas.

- Pude sentir tu llegada – Escuché una voz gruesa e inhumada en mi cabeza, una voz que callaba a todas las demás, pero no era de alguien a quien absorbiera, su presencia era incluso superior podía sentirla fuera de mi cuerpo. El mar parecía vibraba cada vez que aquella voz hablaba – No te molestes en revisar las miles de personas que conforman tu yo, Arabelle – Elevé mi cabeza hacia la superficie que se encontraba a muchos kilómetros sobre mí. Se veía tan lejano como ver una estrella desde la colina que acostumbraba a visitar, éste lugar era tan fantástico e irreal… tanto como yo – Debajo de ti – Bajé la mirada de inmediato, recibiendo por poco un paro cardiaco. Un enorme ojo amarillento me observaba desde las profundidades iluminando un poco las profundidades, pero no tanto como para iluminar al portador de semejante ojo, era tan grande que parecía de mi tamaño, desde donde le observaba; pero no parecía estar frente a mí, ni a pocos metros de distancia, si no a kilómetros, quizás el triple de distancia que hay hacia la superficie. Era completamente aterrador imaginar el tamaño que tendría aquel ser que me observaba desde las profundidades de aquel mar negro.

- ¿Co-como puedes hablar desde mi cabeza? – Pregunté bastante intrigada, con el pensamiento.

- Estás en mi mundo, puedo hacer lo que quiera, y tú estás ahora en mis aguas, siendo parte de ella. Pareces ser algo más que un ser mortal. Llegar aquí está prohibido para cualquier ser, la única forma de que estés aquí es que controles el mundo dimensional, aquel mundo al que muchos de tu especie consideran irreal y seguirán creyéndolo incluso después de miles de años más.

- ¿Cómo sabes eso?

- Yo lo sé todo, yo lo veo todo. Lo que hay en tu alma, los pensamientos de las tres mil seiscientas noventa y tres personas que conforman ahora tu interior y las que aún faltan… - No supe que decirle, incluso yo había perdido la cuenta después de las mil personas -  Haz superado muchas cosas que incluso los seres que vendrán en los siguientes milenios intentarán de igualar… y no podrán. Por eso, mereces mis respetos… pero aún eres muy inmadura con tus habilidades como para considerarte alguien de importancia.

- Hago lo que puedo… soy humana después de todo… – No me atrevía a debatir con ese ser, reconocía que no estaba a su altura.

- Lo sé… y sé también que deseas vengarte del hombre que condenó tu vida y produjo la muerte de tu madre cuando apenas eras una niña – Intentaba en vano de no sorprenderme mucho, por el hecho que supiese detalles que nunca le había dicho a nadie. Ya me había dejado muy claro de lo que podía hacer – Por eso… si de verdad quieres desentrañar más secretos ocultos en el mundo y en ti misma, solo tienes que hacer una cosa; nadar hacia mí… - Esperó que le respondiese, pero la verdad no sabía que decir, quede en blanco - Si no, eres libre de devolverte, pero no entrarás nunca más este lugar.

Aquel monstruo no dijo nada más, incluso las voces que conformaban mi mente quedaron en un completo silencio, nadie se atrevía a decir algo, ni siquiera yo misma. Sus palabras solo podían decirme que fue el causante que esta puerta se abriera y que tenía el poder para bloquearla. Quedé viendo directamente hacía aquel ojo amarillento que no había parpadeado desde mi llegada, mantenía aquella fría pupila fija en mí. Era escalofriante pensar que nadaría hacia él, sin dejar de verle, si saber las dimensiones de esa cosa e incluso pudiendo ser una tentadora trampa para imprudentes… pero, sin darme cuenta ya estaba nadando hacia él. Alguna vez pensé que no volvería a realizar más cosas imprudentes, pero nuevamente me equivoqué.

Grandes burbujas del tamaño de montañas comenzaban a emerger de las profundidades, envolviéndome mientras escuchaba el profundo sonido del mar abisal.

2 comentarios:

  1. Me gustó la portada. Espero pronto tener un tiempo para comenzar a leer la historia de pies a cabeza. No suelo leer historias que no han sido terminadas aún, pero~ esta parece muy interesante ^^!

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  2. Hola Matty, pues ya está terminada la historia, ojala la puedas leer cuando tengas tiempo, creo que si te puede gustar... aunque es muy cruda.

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